(...) España, en uso de su soberanía y representada por las Cortes Constituyentes, decreta y
sanciona esta Constitución.
Art. 1º. España es un República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en
régimen de Libertad y de Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las
Regiones.
Art. 2º. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Art. 3º. El Estado español no tiene religión oficial.
Art. 4º. El castellano es el idioma oficial de la República. Todo español tiene obligación de
saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las
lenguas de las provincias o regiones.
Art. 6º. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
Art. 11º. Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas, culturales y
económicas, comunes, acordaran organizarse en región autónoma para formar un núcleo
poliadministrativo, dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con arreglo a lo establecido en el
artículo 12.
Art. 27º. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practica libremente cualquier
religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la
moralidad pública.
Los cementerios estarán sometidos exclusivamente a la jurisdicción civil. No podrá haber en ellos
separación de recintos por motivos religiosos. (...)
Art. 44º. Toda la riqueza del país, sea quien fuere su dueño, está subordinada a los intereses de la
economía nacional (...) La propiedad de toda clase de bienes podrá ser objeto de expropiación forzosa por
causa de utilidad social mediante adecuada indemnización (…).
Art. 51º. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes o
Congreso (…).
Art. 52º. El Congreso de los Diputados se compone de los representantes elegidos por sufragio
universal, igual, directo y secreto.
DE ESTEBAN, J. Las Constituciones de España. Madrid. 1983. Pág. 163.
NATURALEZA DEL TEXTO: Se trata de una proclama, o mejor circular militarconspirativa,
de claro contenido político, redactada por uno de los principales militares de la
insurrección, que venía preparándose para poner fin a la República.
Emilio Mola hizo su carrera militar en Marruecos, ascendido por méritos de guerra al grado de
general. En la Península cubrió diversos destinos. Organizador del alzamiento militar era
conocido con el nombre clave de “El Director”, como figura en el mismo texto que
comentamos. El gobierno de la República, en previsión de una posible intervención militar, ya
había alejado a los generales sospechosos con destinos distantes ente si: Franco a Canarias,
Goded a Baleares y Mola a Navarra. El plan de Mola consistía en una movilización simultánea
de guarniciones militares, dando un importante protagonismo al ejército de África bajo la
dirección de Franco.
CONTEXTO HISTÓRICO: Dentro de la Historia de nuestro país el tema de mayor tratamiento
historiográfico es el de la República y la guerra civil. Sobre las causas que impidieron la
continuidad de la República se ha escrito mucho. El motivo final de ello está en que, para su fin,
se hizo uso de un golpe de Estado, que, al fracasar, se transformó en una larga y devastadora
guerra civil.
Proclamada la República, en 1931 triunfaban en las elecciones los partidos de izquierdas y desde
el poder fueron diseñando una República adaptada a sus ideas. En 1933 el triunfo correspondió a
la derecha. La posibilidad de reformar la Constitución era el sueño de la derecha republicana,
pero ello era muy difícil por las exigencias establecidas por la misma Constitución. Complicada,
por tanto, la reforma constitucional, la derecha se dedicó a rectificar la política del bienio
anterior, la de la izquierda. Pero entre ésta se desarrolló la idea de que la derecha venía a poner
fin a la República y para impedirlo decidió amenazar con la revolución obrera. Así se llegó a la
revolución proletaria de octubre de 1934, que fue a su vez un ataque desde la izquierda a la
legalidad republicana. Tras la revolución de octubre, la fuerte represión y el mantenimiento de
la política de rectificación desacreditó a la derecha. Así se llegó a la elecciones de 1936. El
bandazo se veía venir. Otra vez la izquierda las ganaba y tomaba el poder. Lo realizado por la
derecha era eliminado, se volvía a las reformas del primer bienio y todas se aceleraban.
Pero al pasar el gobierno de la República de las manos de la derecha a las de la izquierda, la
difícil convivencia que venía manteniendo en pie a la República se fue abajo. La violencia se
desataba en las calles, la izquierda obrera adoptaba una posición revolucionaria, y los miembros
de la derecha –monárquicos, falangistas, gente de la CEDA- lo veían todo perdido y pensaban
que sólo un golpe militar podía salvarles. Y la conspiración militar, como demuestra este texto
de Mola estaba en marcha. Entre los militares más obsesionados por el orden, en efecto, cundía
también la opinión de que la República empujaba al país al caos. Había que acabar con ella. Y
para ello había que utilizar la insurrección, la fuerza. Y se sabía por los conspiradores que no
todos los militares estaban por la insurrección. Por eso el proceso se tomó su tiempo, con
lentitud, pero sin marcha atrás. La insurrección se haría. Se dice que el asesinato de Calvo
Sotelo, en la madrugada del 13 de julio la aceleró. Los militares a favor esperaban un primer
paso para unir sus guarniciones al levantamiento. Y ocurrió: el 17 de julio en Melilla se iniciaba
la sublevación, extendiéndose, con éxito, a todo el protectorado español en Marruecos en ese
mismo día. El 18 se extendía a la Península. En unas poblaciones triunfaba, pero en otras
fracasaba. Antes de terminar el mes de julio España ha quedado dividida en dos zonas: una, con
la República; la otra, al lado de la sublevación militar. Comenzaba el enfrentamiento entre
ambas. Era la Guerra Civil.
IDEA PRINCIPAL: En este texto, El Director presenta los planes de la conspiración, para una
vez que triunfara el golpe de Estado. Se constituiría un Directorio que establecería una
dictadura militar, que él llama “Dictadura republicana”. La legalidad republicana, empezando
por la Constitución de 1931, quedaba suprimida; también los líderes de los partidos políticos y
de los sindicatos contrarios al golpe serian detenidos, aplicándoles “castigos ejemplares”.
IDEAS SECUNDARIAS: La fecha que figura, de 5 de junio de 1936, viene a demostrar como
la sublevación militar contra la República venía preparándose, y no fue la respuesta de una
parte del ejército al asesinato del dirigente de derechas Calvo Sotelo. Es evidente que este
asesinato conmocionó al país y contribuyó a acelerar el levantamiento militar. En los órganos
de gobierno que deberían constituirse se refleja la influencia de la Dictadura de Primo de Rivera:
se dice que se “constituirá un Directorio”, integrado por un “presidente y cuatro vocales
militares”. Aquí, en este texto, Mola anuncia los primeros Decretos-Leyes que aprobará el
Directorio.
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